Hay que reconocer que uno espera ya con cierta expectación cada nuevo estreno de Bely Basarte. Flores y Vino, el tercer adelanto de El Camino que no Me Llevó a Roma, vuelve a ser otra magnífica muestra de lo que se antoja ya probablemente, uno de los mejores discos nacionales del año.
Dice Bely que la canción es una nana, lo que es básicamente es una canción exquisita, llena de matices, llena de sonoridad, a la que la guitarra de Yerai Cortés le da un tinte épico, a veces brutal en ese corte al final cuando solo suena la guitarra después de las cuerdas, con la voz de ella.
La producción de Garabatto vuelve a ser clave en este nuevo sonido de Bely, pero también nos ofrece una tercera canción muy diferente a Roma y I Love You y por lo que intuimos y ya repetido, un gran disco.
La cantante en el comentario del vídeo, dice que la canción trata sobre olvidar el dolor y el resurgir desde las cenizas, más fuerte. El vídeo por cierto dirigido por Joaquín Reixa y Ale Lanoix y producido por Omglobal Creative es precioso, cautivador, delicado y muy efectista.
Hay que reconocer que el arte que lleva todo este nuevo disco es de 10, no solo por este vídeo, las portadas de los singles, cuidadas al máximo siguiendo una misma línea, dan al conjunto esa parte de unidad que a veces se echa en falta en otros proyectos.
Está claro que Bely y su equipo han cuidado al máximo todos los detalles del nuevo disco y los resultados no pueden ser mejores. Si a esto se le añade una artista de dulce, en un momento descomunal de talento creativo, el resultado solo puede ser uno.
Escuchen, que quizás estemos ante el disco del año.