Ha dicho Pablo López, que tuvo miedo de creerse la exigencia de ser perfecto. Que persiguió la perfección, cosa por otra parte lógica, pero que al final no puede ser perfecto. En Mariposa, su nueva canción que aparecerá en su próximo álbum, el cantante realza lo efímero, lo bello y perfecto, que es una mariposa, y lo imperfecto que es él. Pero al final nos deja un poco a la interpretación de cada uno, el significado de la canción y la letra.
A nivel musical, Pablo vuelve a dejarnos otra canción de menos a más, otra canción eminentemente pop, en el que el piano es como casi siempre el que lleva la voz cantante, pero en el que introduce nuevos elementos, sobre todo si lo comparamos con El Patio, el primer single de su anterior trabajo, mucho más intenso, obsesivo y cerrado de lo que es Mariposa.
Porque la nueva canción al final musicalmente es mucho más optimista, más alegre y luminosa, y te deja mejor sensación en el cuerpo. Y a medida que avanza la canción esa cierta épica aparece. De apenas 3 minutos, da la sensación de tener mucho más recorrido en directo el tema.
El vídeo lo rodó escasos días antes del confinamiento, y la escena del bar lleno y luego vacío, lógicamente no tiene nada que ver con la situación en la que estamos.