Katy Perry estrenó su canción Never Worn White junto al vídeo correspondiente y reveló lo que las imágenes hacían presagiar, está embarazada de 6 meses del actor Orlando Bloom. Si dejamos a un lado esta consideración, que siempre nos hace estar más predispuestos a tratar mejor una canción, aquí no hay error posible, Never Worn White es una excelente canción.
Siempre decimos que las baladas dominadas por un piano tienen un extra, aquí ese piano te lleva en volandas y te contagia desde la primera nota. Never Worn White es una preciosa balada, evidentemente el vídeo, las imágenes de la cantante mostrando su embarazo, con esa imagen final, es indudable que ayudan. Pero repetimos, no hay lugar para el sentimentalismo, Never Worn White es buena.
Además tiene esa frase en la canción que define completamente el estado en el que está Katy ahora mismo Cause I’ve never worn white. But I wanna get it right. Yeah, I really wanna try with you. No, I’ve never worn white. But I’m standing here tonight. Cause I really wanna say, I do…I do, sin duda toda una declaración de intenciones.
La canción está compuesta por la propia cantante junto a Johan Carlsson, John Ryan, y Jacob Kasher Hindlin y producida por el primero. Hace tiempo que venimos diciendo que la Katy Perry desde Witness es una artista mucho más madura, no tengan en cuenta el remix de Con Calma, que por otra parte no está mal, pero la cantante sin dejar de asociarse al pop como la bandera que siempre han tenido sus canciones, desde aquel I kissed a girl, ha evolucionado hacia un pop mucho más maduro, el adult contemporary de toda la vida.
Witness con sus licencias lo era, y lo era Small talk y la más que notable Harleys in Hawaii. Quizás no tenga la misma relevancia a nivel de puestos o ventas, pero esta Katy Perry nos sigue llenando y mucho.