Ricky Merino se marchó pronto de Operación Triunfo 2017 como para que supiéramos realmente qué podía dar, musicalmente hablando. Ahora sí lo sabemos y su propuesta nos gusta. No sabemos si habrá álbum, Nerea Rodríguez lo dijo el otro día, Lucharé por que haya disco, ahora de momento no lo hay. Y es lógico, no los 16 tendrán un disco, pero si Nerea y Ricky lo tuvieran, compraríamos el disco de los dos.
Merino se lanza con un single comercial a más no poder, con el pop por bandera, pero moderno, con tintes ochenteros y también de los 90, y con muchas influencias. Es pop de libro, con una canción que va de menos a más, como los cánones dictan.
La canción es larga para lo que se estila hoy, 4.13, otro de los puntos vintage que tiene el tema. Míénteme se hace pegadiza y plantea un problema para la discográfica, y es que aparentemente el éxito está asegurado para unos pocos, pero propuestas como la de Ricky, quizás deberían dar un segundo tema a ver qué pasa. Luego el streaming y la venta dictarán justicia, y pondrán a cada uno en su sitio. Es verdad que todos tienen muchos seguidores en redes, pero luego las cifras dictan otra cosa.
Pero lo cierto es que Ricky, sin haber inventado la rueda, sí tiene una propuesta lo suficientemente interesante como para que tenga su oportunidad.
El vídeo que acompaña la canción es llamativo, y está rodado aparentemente con dos duros, pero sin embargo es sumamente atractivo, inspirado en las orgías de la Roma imperial y con guiños por momentos a algunos vídeos de Kanye West, Katy Perry o incluso The Carters. Ricky se monta una orgía en la que el alimento final es él mismo. Y donde aparecen viejos conocidos como Nerea, Raoul e incluso Itziar Castro. También lo hacen Raúl Tejón y Paco Tomás.
El vídeo está dirigido con acierto por Javier Giner con producción El Chico de los Recados. Y la canción está compuesta por Florin Boncutiu, Luis Navarro Mosquera y el propio Ricky, con la producción de Jake The recordmaka Boncutiu.
Lo dicho, esperemos que haya un segundo single.