Too Much Heaven de los Bee Gees fue el primer single que publicaron de su álbum Spirits having flown, y la canción que dieron a nivel benéfico para Music for UNICEF y que el grupo tocó al 9 de enero de 1979 en el concierto de la UNICEF. La canción ascendió al #1 en la lista americana desplazando a Le Freak de Chic de lo más alto la semana del 6 de enero de 1979, durante 2 semanas en la cima, luego Chic regresaron a la cima.
La canción fue el cuarto #1 consecutivo del grupo, siguiendo la estela entonces de los Beatles y los Jackson 5. La canción la compusieron los tres hermanos en la misma tarde que escribieron el que sería el segundo single del disco, Tragedy en una tarde libre que tuvieron mientras rodaban la película de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
Esa misma noche, en plena orgía creativa, los hermanos compusieron también Shadow dancing para su hermano Andy. Las tres canciones fueron #1. No se conoce en la historia un hecho semejante. La grabación posterior de la canción no fue tan sencilla por ser una de las canciones, donde había más falsetos, característica del trío.
La canción apareció como single en octubre de 1978 en UK y al mes siguiente en los Estados Unidos, y en principio iba a ser la canción de una película de John Travolta, Moment by moment. Dicen las malas lenguas que Barry Gibb vio la película antes del estreno y le pareció espantosa, por lo que paró en seco el proyecto. La canción apareció en el décimo tercer trabajo del grupo, publicado el 5 de febrero de 1979.
La canción generó más de 7 millones de dólares de la época para UNICEF en concepto de royalties, dado el éxito del single, #1 en USA, #3 en UK y más de 4 millones de singles vendidos. Las Naciones Unidas agradecieron el gesto de los hermanos e incluso fueron invitados a la Casa Blanca, invitados por el Presidente Jimmy Carter, agradeciendo el gesto de los hermanos. No era normal que todos los royalties de un tema de tal éxito, se dieran a una causa benéfica. Carter no era fan del grupo, pero sí lo era Amy, la hija del Presidente.
Paul McCartney en 2004 grabó la canción como homenaje a Maurice Gibb fallecido el año anterior, para su disco Chaos and Creation, pero no llegó a publicarla.
Aquí está este auténtico clásico de los Bee Gees, en otra de sus grandes facetas, las baladas.