El NY Times destapa un nuevo problema para los Grammy

Grammy
Los premios Grammy pasan por ser los más importantes de la industria musical

Horas antes de darse a conocer las nominaciones a los premios Grammy, la organización daba a conocer que las nominaciones en las 4 grandes categorías, las denominadas Big Four, a saber Grabación del Año, Álbum del Año, Canción del Año y Mejor Nuevo Artistas, crecían de 8 a 10 este año.

La explicación del ínclito Harvey Mason Jr, el CEO de los premios y la figura contra la que cargó duramente el año pasado The Weeknd, se basaba en el crecimiento exponencial de las propuestas, con 60.000 canciones en el día añadidas a los servicios de streaming y que había mas excelencia para reconocer.

Además volvía a la tan manida inclusión, expansión de los géneros y hacer que más músicos en ese sentido fueran reconocidos. Este año hasta 21.730 trabajos habían sido enviados para las diferentes categorías. Y por último explicaba, que en otros premios como los Grammy Latinos o los Oscar, ya se hacía.

Todo era bonito, con los típicos snubs de siempre, estas nominaciones aparentemente se movían en la dirección correcta, con las nominaciones para Jon Batiste, el reconocimiento por fin de Justin Bieber, el éxito de Olivia Rodrigo este año, y como siempre el olvido de la música latina en el big four. Todo bien como quien dice.

Ahora, Ben Sisario, periodista musical de larga trayectoria del NY Times, con más de 20 años de experiencia, denuncia en un artículo demoledor en el periódico, que la decisión de añadir estas 2 nominaciones extra, se tomó en una reunión de urgencia, 24 horas antes de dar a conocer las nominaciones.

Todas las palabras de Harvey Mason Jr quedan en un segundo plano, cuando se ha descubierto que los añadidos son artistas que no se ajustan para nada a ese espíritu de nuevos artistas, nuevos géneros y la inclusión de marras. Para empezar, en álbum del año, se habrían añadido después Donda de Kanye West y Evermore de Taylor Swift. No vamos a entrar en si tenían que estar o no, o en la obviedad una vez más de nominar discos de versiones a álbum del año.

En el caso de Taylor Swift la nominación extra es sangrante, porque no tiene más nominaciones, Evermore es su única nominación y da la impresión de querer evitar un nuevo caso The Weeknd. Ella está nominada como compositora del álbum de Olivia Sour, pero en sí no es suya. Esta es otra de las chapuzas, el nominar hasta el apuntador en las canciones y álbumes.

Aquí el NY Times revela la torpeza de los Grammy, al parecer circulaba una primera lista de nominaciones unos días antes, donde estos nombres no aparecían y sí el resto. NY Times tiene una copia de esa lista, y por eso ha podido llegar a este descubrimiento.

Esto choca una vez más con el mea culpa del año pasado de Harvey Mason, anunciando más transparencia y eliminado los comités de nominación que eran anónimos tras lo de The Weeknd. En teoría los añadidos serían el noveno y el décimo en la votación.

En grabación del año, los añadidos serían Lil Nas X y ABBA, por cierto primera nominación en su historia del grupo sueco, que como todos sabemos, necesitan esta nominación para poder darse a conocer. En canción del año los añadidos son Doja Cat con SZA en Kiss me more, y Right on time de Brandi Carlile.

El mejor nuevo artista trae los nuevos nombres de Baby Keem y Arooj Aftab. Esta sería la única ocasión en la que sí que estaría justificado el añadido en el que se basa Harvey Mason, dar reconocimiento a nuevos artistas, nuevos géneros e inclusión.

Pero el resto suena a excusa para añadir a Taylor Swift y Kanye West, lo de ABBA, que es poco entendible y redondear la faena de Doja Cat y Lil Nas X.

Hasta 2018 los Grammy solo tenían las clásicas 5 nominaciones en los Big Four, y si alguna vez tenían 6, era por los empates. Ese año se inspiraron en los Latin Grammy, que en algunas categorías tenían hasta 12 nominados. Obviamente todos sabemos que los Latin Grammy, son de todo, menos transparentes y justos.

Aquí el problema no es la expansión, que puede tener su sentido, si cogemos exactamente lo que dice Harvey Mason. Reconocer a artistas menos conocidos, expandir géneros o hacerlos más inclusivos, es un objetivo en la línea correcta.

Pero si la decisión se toma solo 24 horas antes, y los nombres que aparecen son Kanye West, Taylor Swift o incluso ABBA, todo se cae.

Drake el año pasado lo avisaba, si siguen así, se terminará creando unos nuevos premios, mucho más justos y sin intromisión de la industria en sí. No olvidemos que es el cuarto año consecutivo en el que se ven salpicados por alguna polémica.