Por enésima vez Billboard volverá a cambiar la manera de contabilizar el Billboard 200 y el Hot 100. Y por primera vez los cambios que anuncia son buenos. Desde que en 2012 comenzara a contabilizar el streaming en singles y en 2014 en álbumes, la antiguamente considerada mejor lista del mundo, ha ido cayendo en un absurdo método de contabilizar cosas que no se pueden contabilizar, solo por el mero hecho de que ambas listas tuvieran cifras decentes, sobre todo la de álbumes, cuando el mercado digital alcanzó su pico en 2012.
Eso se tradujo en cambios constantes en la manera de contabilizar ambas listas, pero sobre todo trajo la picaresca de artistas, mánagers y discográficas que hicieron de la lista un auténtico laboratorio de pruebas bordeando siempre las reglas y dejando en evidencia semana a semana a Billboard y a Nielsen.
El rídiculo se ha ido acentuando en los últimos 3 años, con continuos reveses en forma de auditoría a las listas hasta tal punto que incluso en alguna semana propició el retraso en su publicación varios días, ante las evidentes pruebas de amaño.
Por no extendernos demasiado vamos con los cambios. Afectan principalmente uno a la lista de álbumes y otro a la de singles. En ambos casos las reglas se ampliarán al resto de listas de singles y álbumes de la revista aunque no hay una fecha anunciada para el cambio.
El primer cambio importante es la eliminación definitiva del merchand y el famoso ticket bundle.
No queremos saber más que Billboard, pero cuando en enero cambiaron las reglas en teoría para ajustar los bundles en álbumes avisamos, están creando el marco para que los artistas sepan exactamente cómo tienen que utilizarlo. Dicho y hecho, un coladero. Ahora Billboard anuncia la eliminación completa del merchand y el ticket bundle. El primero afecta principalmente al hip-hop y artistas de R&B y el segundo afecta y de manera mucho más importante a todo género que no sea de hip-hop y R&B.
La eliminación del ticket bundle supone de facto la eliminación para los artistas principalmente de pop, rock y country, de conseguir no ya #1s, sino incluso de ser top 10. Alejados del consumo de streaming, estos géneros vivían de asociar la venta de las entradas del concierto con la compra del disco.
Las palabras de Billboard en este aspecto son demoledoras Ahora, Billboard, en un reconocimiento de que esas medidas no han alcanzado el objetivo previsto de reflejar con precisión la intención del consumidor, ha decidido eliminar por completo la práctica de contar álbumes agrupados con merchandise y tickets para conciertos en sus listas de álbumes y canciones.
En la práctica lo que Billboard dice es que el bundle será válido siempre que se especifique que junto al ticket o el merchand el álbum es un complemento de la compra, un elemento más contabilizable.
Es decir hasta la fecha el disco aparecía en el bundle dentro de un precio único junto con el merchand y la entrada, pero nadie sabía realmente cuál era el coste de ese disco y a qué precio se vendía.
Segundo, se elimina toda venta física de álbum o canción que una vez comprada no se pueda enviar de manera inmediata al consumidor. Solo se contabilizará cuando sea enviada.
Es decir no se permitirá que las ventas físicas de álbumes y singles que van asociadas a una descarga digital cuenten como descarga. Esto entra directamente con lo sucedido recientemente con los singles de Ariana Grande y Justin Bieber, Stuck with U o el de 6ix9ine Gobba, que una vez comenzada la semana musical el viernes, anunciaban que junto con la descarga de la canción incluirían un single físico de la canción que se enviaría en una fecha posterior.
En la práctica lo que está diciendo esta regla para los singles es que lo que se contabiliza es lo que realmente se adquiere de viernes a jueves. Billboard se refiere de manera magnánima como spontaneous non-manufactured items. Solo cuando el usuario pague por ese ítem y en ese momento se le mande, contará la venta, no si se le manda de manera posterior.
Estaba claro que la práctica de vender vinilos, CDs, y otros lanzamientos físicos asociados a una canción o álbum, para su envío posterior sin especificar fecha y que podía abarcar meses era un fraude, que alcanzó su peak precisamente con el single de Ariana y Justin y el de 6ix9ine, en otro de los episodios para olvidar de los últimos años en las listas americanas.
Hay que recordar que Mariah Carey para conseguir el #1 el pasado mes de diciembre en los Estados Unidos con All I Want for Christmas is You, utilizó el mismo sistema de asociar la descarga y consumo de la canción a un envió posterior del single en físico.
Veremos si se deciden a seguir mejorando en los próximos meses y siguen por esta buena dirección. Eso sí, transparentes son para bien o para mal, no como otros.