Quizás una de las cosas que mejor definan la todavía corta carrera de Lola Indigo sea su capacidad para saber escoger con mucho tino los singles que tiene que lanzar y el momento. Sus primeros singles tenían un tempo mucho más directo que estos dos últimos 4 besos y Mala Cara que a primera vista, pero solo a primera vista parecen de menos impacto, pero te engañas.
4 besos tenía una producción de Mango y Nabález y Mala Cara la tiene de Alizzz. Aquí Mimi se rodea de Christian y Cristian, uno Sen Senra en la composición y el otro Alizzz que produce y también co-compone.
Mala Cara es mucho más oscura que 4 besos, Mala Cara tiene un flow notable, y Mala Cara vuelve a tener todas las papeletas para ser un nuevo hit.
Alizzz vuelve a hacer un trabajo impecable, siempre para tener las mejores bases, con esos coros infecciosos, Mala Cara, Mala Cara, que se repiten con intensidad. La canción mantiene un tono constante durante los escasos 3 minutos de duración, y que como suele pasar en estos temas, te deja con ganas de más, Mala Cara, Mala Cara volvemos a repetir.
La niña sale de noche, la niña no va a volver, la niña te roba el coche, pero lo cierto es que la niña Miriam Doblas, puede hacer lo que quiera, porque las cifras son como un martillo pilón, y Lola Indigo tiene números, cifras, números y cifras, y sí, no parece lo más importante, pero sí es lo más importante.
Es un mundo de cifras, es lo que vivimos y en lo que nos movemos, nos guste más o menos, y ella tiene cifras y por eso aunque no se lo crean, es relevante.
Nos gusta mucho Mala Cara, esa es la realidad, y a parte de toda esta diatriba dialéctica, no somos filósofos ni pretendemos serlo, simplemente intentamos disfrutar, disfruten con Mala Cara.