Olvídate de mí es simplemente una canción preciosa. A partir de aquí poco más podemos decir. Natalia Lacunza ha creado una canción delicada, sensible que no sensiblera, con un ritmo pausado y una melodía que se te quedan en la cabeza. Los coros infecciosos, el vinilo picado, lo dice la propia canción, es droga de diseño.
Natalia tenía una misión complicada tras lanzar un más que notable EP como era Otras alas, y Olvídate de mí es una respuesta, un puño en la mesa, un grito que resuena. Olvídate de mí es ante todo una balada más clásica de lo que parece, con todos los ingredientes propios, una voz que a veces casi no canta, recita, un ritmo pausado, un sonido muy ochentero por momentos y con una producción más que simple, pero que en realidad no lo es, porque consigue ese sonido y ese tempo que son perfectos para que la melodía se deslice sin que te de cuenta.
La letra depende de cómo lo interpretas, una relación que termina, la búsqueda de la siguiente oportunidad, pueden ser muchas cosas en función del momento en el que uno escuche la canción. Consejo, la canción gana bastante que ya es decir a partir de la tercera escucha. Francamente nos preguntarán qué hará la canción en streaming, ¿realmente importa? Disfruten, solo disfruten.