Se veía venir, en pleno año 2019 mantener una lista de álbumes solo con ventas físicas y digitales, salvo que seas Japón o Alemania es un suicidio. Y en España eso es lo que está pasando. Alejandro Sanz y #ElDisco han sido los primeros certificados en el año, en la lista española, para un disco publicado en 2019.
15 semanas han tenido que pasar para que finalmente se certifique un disco publicado este año, hay que retroceder hasta 2013 para encontrar una situación similar. Entonces también hubo que esperar a la semana 15 del año, para que un disco publicado en ese año se certificara, la banda sonora de Violetta. Salvo esos dos años, siempre se ha certificado algún disco antes.
La diferencia entre 2013 y 2019, es que en 2013 había hasta 35 álbumes certificados en la lista, mientras que este año solo 24 discos en la lista tienen certificación. Si nos vamos al valor de la certificación de cada discos, la diferencia es abismal a favor de 2013.
Otro dato de 2013, es que se venía del año en el que se tocó fondo en la música española, 2013 marcó un año plano y 2014 marcó la recuperación con la llegada del streaming. A pesar de álbumes como los de Camela, Billie Eilish, Fangoria, Ariana Grande y sobre todo Leiva, ningún disco ha conseguido ser certificado ni siquiera como oro hasta esta semana.
Otra dato estremecedor, es que cuando Alejandro Sanz publicó Sirope en 2015, el disco fue certificado directamente como triple disco de platino. El último álbum en ser certificado platino en su primera semana fue La cruz del mapa de Manuel Carrasco, 18 semanas atrás y un dato más, La cruz del mapa fue el único disco en 2018, en ser certificado platino en su primera semana.
Por fin estamos llegando al punto en el que Promusicae y las discográficas darán su brazo a torcer e incluirán el streaming en la lista de álbumes. Con todo el streaming en la actual lista de álbumes de streaming española, ya se está contabilizando de manera que perjudique lo menos posible a los intereses de los artistas españoles, principal razón por la que en 2019, solo España, dentro del top 13 de la IFPI, es el único país que no suma el streaming en la lista de álbumes.
Mientras que las listas de álbumes se contabilizan sumando todo el streaming, premium y freemium, en España solo se contabiliza el premium, precisamente para evitar que el streaming de los discos sume grandes cantidades al hacer su conversión a la venta equivalente y seguir permitiendo que ciertos artistas españoles puedan seguir optando al #1, o en su defecto a un top 5. No olvidemos que el mercado del streaming en España, en su mayor parte porcentual es de Spotify, que es la única que tiene un freemium y el mayor consumo es de los artistas latinos, muchos de ellos ni siquiera con contrato con alguna de las 3 major.
Para que nos hagamos una composición de lugar, un disco que genere 5 millones de streams de un álbum en la semana, puede solo contabilizar sobre 300.000 streams, debido a la utilización solo del streaming premium y sobre todo de ciertas reglas que aplica Promusicae como la escucha en línea del disco, que luego sirven de poco, porque en función de un lanzamiento se cambian las normas.
Esto hace que a no ser que el streaming de álbumes, no se contabilice como en los Estados Unidos, o el Reino Unido, por poner un ejemplo, podría no servir de mucho sumar el streaming. Quizás cuando las discográficas y Promusicae se den cuenta, que los cambios hay que hacerlos para beneficiar al conjunto del mercado musical español, y no en función de unos intereses, que normalmente suelen estar de la mano de las majors, podamos tener unas listas con un mínimo de rigor.
Las certificaciones dinamizan el mercado musical en cada país, si no hay certificaciones, no hay notas de prensa, actos de entrega, y sobre todo no se publicita el trabajo de un artistas que casi siempre se mide por las ventas.
El streaming en canciones se comenzó a sumar en enero de 2015 por la simple razón que ya no se certificaban canciones. En 2014 solo 4 canciones consiguieron ser certificadas en España en todo el año y viendo que la lista paralela de streaming que se había creado en 2013, era mucho más dinámica e incluso con certificaciones, tuvieron que sumar el streaming a la lista de canciones que era solo de venta digital.
La lista cambió radicalmente, la música española tuvo mucho menos peso, pero se ganó en una lista mucho más acorde con el consumo real en España, eso sí sin unas reglas claras, que también hacen que cuando a alguna discográfica, algo no gusta, se modifique la lista, incluso una vez publicada.
Si en los próximos meses las certificaciones son escasas en la lista de álbumes podríamos tener el cambio ya en enero de 2020, aunque sea de la manera en la que lo hemos explicado, menos da una piedra.