Ha fallecido a los 87 años en Nueva York, el legendario guionista William Goldman. Ganador de dos premios de la Academia, por Dos hombres y un destino y Todos los hombres del presidente, era heredero directo de los grandes guionistas de la época dorada de Hollywood, de los años 30 y 40.
Nacido en Chicago el 12 de agosto de 1931 se inició como novelista con The temple of gold en 1956 y el cine no llamó a su puerta hasta 1963, cuando se encargó del guion de Compañeros de armas y puñetazos, al que siguió en 1965, Agentes dobles. Su primer gran impacto fue Harper, investigador privado, de Paul Newman. Ese guion lo estableció de manera definitiva en Hollywood.
En 1969 escribió el guion original de Dos hombres y un destino, con Paul Newman y Robert Redford. En realidad quería escribir una novela y le salió el guion para la película. El éxito descomunal de la película ayudó a que ganara su primer Oscar. El guion lo había vendido por la histórica cifra entonces, de 400.000 dólares.
El éxito le permitió escribir otra novela, The season: A candid look at Broadway. En 1973 publicó la novela, La princesa prometida, que se llevó al cine en 1987 con su propio guion. La película se convirtió en uno de los grandes éxitos del cine romántico y en una de las película que más se revisan cada cierto tiempo.
En 1974 escribió Marathon Man, vendió los derechos para la película por 450.000 dólares y consiguió un acuerdo por 2 millones de dólares. Luego en 1976 hizo el guion de la película, que fue un éxito con Dustin Hoffman.
Pero su gran éxito con Dustin y Robert Redford, fue Todos los hombres del presidente. La película, un éxito enorme cuando se estrenó en 1976, sobre el caso Watergate, le dio su segundo Oscar. A Goldman corresponde la famosa frase de Sigue el dinero, Follow the money, de la película. Fue invención suya y no de Garganta Profunda.
En los años 80 siguió escribiendo novelas, la última Brothers en 1986, una secuela de Marathon Man. En 1986 escribió el guion de Heat y en 1987, el ya comentado de La princesa prometida. Otro de sus grandes éxitos, fue el guion de Misery en 1990.
Hollywood le contrató luego para que revisara guiones, lo que se llama Script Doctor, y suyas fueron las revisiones finales de Twins, Algunos hombres buenos, Una propuesta indecente, Last action hero, o Malice. También trabajó en Maverick y Poder absoluto de Clint Eastwood, todas ellas en los años 90.
Además de los dos premios Oscar, a mejor guion original y adaptado, ganó dos Edgar Awards, por Harper y Magic y en 1985 recibió el Laurel Award, premio especial a su carrera por los guionistas americanos.
Padecía cáncer de colon y neumonía.