Era claro, pero había que conseguirlo, que eso en las entregas de premios no siempre se cumple. Despacito era la clara favorita de cara a la edición número 18 de los Grammy Latino, el décimo año consecutivo que se entregaban en Las Vegas y Despacito y por ende Luis Fonsi y Daddy Yankee triunfaron, hasta ganó también un premio el remix con Justin Bieber.
La canción gana todo a lo que estaba nominado, Disco del año, canción del año, y luego mejor vídeo y mejor album fusion/preformance. Luis Fonsi eufórico lo celebró con un Viva Puerto Rico.
El que no hubiera álbum de Luis Fonsi, propicio el triunfo un tanto con sorpresa para Rubén Blades, con propuestas como las de Juanes, Nicky Jam o sobre todo Residente o Shakira su triunfo tiene un doble valor, el panameño se acordó también de Panamá en su discurso.
También el triunfo de Vicente García como mejor artista novel fue un tanto por sorpresa con artistas como Danay Suárez, Rosalía, Mau y Ricky y sobre todo dos, Sebastián Yatra y CNCO, pero García ganó, además se llevó otros dos premios para él, en una gala que no olvidará.
Residente era el artista más nominado y al final se llevó mejor álbum urbano por Residente y mejor canción urbana por Somos anormales. Juanes se llevó dos premios, mejor álbum de pop/rock álbum y mejor álbum engineered. Shakira ganó uno por mejor álbum de pop contemporáneo.
Lin-Manuel Miranda recibió el Latin Grammy Presidential por su contribución a la músico y llevar el nombre de Puerto Rico por todo el mundo. Mon Laferte se llevó también un premio a la mejor canción alternativa.
Alejandro Sanz recibió el premio a la persona del año que ya había celebrado la noche anterior. El cantante español actuó con Cuando nadie me ve, No es lo Mismo y su imperecedero Corazón Partío.