La semana del 25 de noviembre de 1995 Whitney Houston llegaba al #1 de las listas americanas con Exhale (shoop shoop). La canción estaba dentro de la película Waiting to exhale, un intento no totalmente fallido, de repetir el éxito tanto en cine, como en música, de The bodyguard.
La canción es además la tercera que debutó en el #1 en la historia de la lista americana de singles, tras You are not alone de Michael Jackson y Fantasy de Mariah Carey, las tres en ese año. Pero además la canción es importante porque supuso el último #1 de la cantante en los Estados Unidos en singles, el undécimo de su carrera, todos desde 1985 a 1995.
La canción solo estuvo una semana en lo más alto, pero simplemente porque la semana siguiente One sweet day de Mariah Carey y Boyz II Men, llegaron al #1 estando 16 semanas en la cima, y Exhale bajó al #2, puesto que mantuvo durante muchas semanas, nada más y nada menos que 11 semanas, el periodo más largo en las listas americanas en que el #1 y el #2 fueron las mismas canciones.
La canción fue un éxito mundial moderado, en el Reino Unido se quedó en el #11. Estaba compuesta y producida por uno de los hitmakers más importantes de los 90, Babyface. Y el vídeo fue dirigido por Forest Whitaker, con escenas de la película.
Cuando la 20th Century Fox contrató a Whitney Houston para la película, la cantante no quería hacer ninguna canción para la película, sin embargo Forest Whitaker, actor y director de la película contrató a Babyface para componer la banda sonora. Independientemente del éxito de sus producciones, composiciones para otros artista y sus discos en solitario, Babyface ya había colaborado en un tema de The bodyguard, pero sobre todo en Boomerang, banda sonora de enorme éxito y venta de 1992.
La banda sonora fue un éxito, 5 semanas #1 en las listas americanas de álbumes, más de 7 millones de discos vendidos en USA, y artistas de la talla de Toni Braxton, TLC o Aretha Franklin.
Cunado Babyface le puso Exhale, la cantante aceptó de inmediato añadiendo curiosamente el Shoop shoop, que como explicaría Babyface, realmente no significaba nada. Una de las claves del éxito del single fue la edición en CD single, además de la canción incluía cuatro temas muy bien escogidos, Dancin’ on the Smooth Edge«, que era la cara b de All the Man That I Need de 1991, Moment of Truth, la gran clave para muchos, cara b de I wanna dance with somebody (who loves me) que nunca estuvo en su segundo trabajo, pero que fue una fan fav de siempre, Do You Hear What I Hear, que lanzó en 1987 dentro del disco A Very Special Christmas y su dúo con Aretha Franklin, It Isn’t, It Wasn’t, It Ain’t Never Gonna Be.
El CD single, hoy auténtica pieza de coleccionista voló de las estanterías de las tiendas, vendiendo casi 2 millones en los Estados Unidos, a pesar de su elevado precio por su contenido, casi un EP con cinco canciones. La primera semana despachó 125.000 unidades de las de entonces, pero duplicó la cifra en las semanas navideñas.
En la canción, una balada, Whitney Houston muestra un madurez impecable en su voz, en una muestra más del gusto de Babyface para componer R&B adulto, como pocos compositores han hecho.