Promusicae ha publicado el resumen anual de la industria musical española en 2016. El primer dato, es que la venta de música en España sube por tercer año consecutivo, esta vez un 1.67%, menor que en años anteriores, pero por lo menos sube.
El negocio digital ha superado los 100 millones de euros y ha representado el 61% del mercado. Un dato importantes, es que el streaming premium, el de pago, ha superado en España el millón de suscriptores en 2016. Los soportes físicos todavía representan el 39% del mercado, de nuevo con subida incluida del vinilo, que ha subido un 19.6%.
Según el informe, los españoles gastaron durante el 2016, 163.7 millones de euros en música grabada, una cantidad que supera algo los 161.1 millones registrados en 2015. La suma de este nuevo incremento del 1.67% en el último ejercicio, después de dos años de clara recuperación, confirma la tendencia de mejora en un sector que, golpeado duramente por la piratería y las descargas ilegales, había sufrido una importante caída de su volumen de negocio años atrás. El mercado digital se fortalece, aunque hay claros y sombras, en venta de álbumes, los músicos españoles dominan, pero en el streaming, es la música de fuera, aunque sea latina, la que domina el mercado. Solo 4 artistas españoles han terminado en el top 40 de canciones de 2016 en España. Por contra el dominio español en álbumes es abrumador.
Después de pérdidas ininterrumpidas en España desde 2001 (cuando se vendían 603 millones de euros en el negocio), 2014 acreditó un excepcional repunte del mercado de la música grabada en más de un 20%. Las cosas fueron aún mejores en 2015, con unas ventas que superaban el registro anterior en un 6.85%. Esta tendencia se consolida en 2016, aunque la subida es tímida con esos 1.67%.
El consumo de música digital se reafirma de manera cada vez más nítida en nuestro país, como viene siendo tendencia los últimos años, lo que contribuye al incremento de la cifra global. Todos los pronósticos apuntaban a que el mercado digital superaría en ventas al físico en 2016, puesto que 2015 había terminado con un reñido 51/49 (físico/digital) y así ha sido. El trasvase del modelo de consumo resulta evidente en 2016 donde el 61.2% de ingresos ya provienen de la venta digital frente a un 38.8% para la venta tradicional de música.
El dato más significativo es que en 2016 se superó el millón de suscriptores de pago a los servicios de música que ofrecen streaming en España (Spotify, Apple Music, Google Play, y Deezer, principalmente). Los ingresos por suscripción aumentaron en un 37.4%, hasta los 62.2 millones de euros, mientras que el streaming gratuito y financiado por publicidad, sube un 24.7% hasta los 25.3 millones. En concreto, el sector digital pasó de generar unos ingresos de 79.6 millones a 100.2 millones de euros, una importante subida de más de un 25%.
Las cifras del mercado físico evidencian una leven tendencia a la baja, pero que irá aumentando con el paso de los años, hacia lo digital. Con todo, el ingreso generado por la venta de CDs y vinilos ha generado 63.5 millones de euros en 2016. Durante el pasado ejercicio se vendieron en nuestro país más de 8 millones y medio de discos, la mayoría de ellos en formato CD. Llama la atención los 433 mil vinilos vendidos este año, frente a los 362 mil del anterior (un incremento del 19.6%).
Sin embargo, como muchas voces apuntan ya por los datos principalmente en los Estados Unidos y Reino Unido, el vinilo se ha ralentizado y probablemente en 2017 se tocará techo en la compra de vinilos. Según un informe en el Reino Unido, un porcentaje muy elevado, de los usuarios que compran vinilos, ni siquiera los escuchan, por no tener un tocadiscos, y 2 de cada 10, admiten comprar el disco como algo decorativo.
El presidente de Promusicae, Antonio Guisasola, aprovechó la publicación de las cifras españolas de la industria en 2016 para reclamar al nuevo Gobierno la necesidad de apostar firmemente por la creatividad musical de nuestro país como vehículo cultural y añadió eso significa proteger el desarrollo que se ha alcanzado hasta ahora, que en términos de industria, pasa más que nunca por un modelo digital que sigue desprotegido y, a pesar de todo, avanzando en un terreno donde la piratería sigue siendo una gran amenaza. Ha llegado el momento de que el ejecutivo señale como prioridad un plan que proteja la música grabada y desarrolle su distribución digital. Hemos llegado hasta aquí solos y sin ayudas, es más, con muchas dificultades, asumiendo grandes inversiones y un alto porcentaje de riesgo.
Finalmente, Guisasola recordó que la industria musical es pionera en la evolución y búsqueda de nuevos modelos de negocio en el terreno digital. De hecho, un ejemplo claro y real de los esfuerzos que la industria de la música está haciendo a nivel mundial para renovarse y crecer en Internet es el estar presente en las distintas plataformas de streaming. En términos globales, estos servicios, con Spotify a la cabeza, hoy ofrecen nuestra música a más suscriptores que Netflix, líder de streaming para los aficionados a las producciones audiovisuales.
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