Ya al sacarla del paquete se nota la primera diferencia: el nuevo Apple TV es más grueso y pesado. Por dentro lleva un sistema operativo también distinto («tvOS») y por primera vez una propia tienda de aplicaciones a través de la cual se ven en la pantalla programas y otros servicios de vídeo.
Los usuarios de iPhones tienen ventaja a la hora de instalar el aparato, porque si se sostiene el teléfono con el bluetooth activado cerca del reproductor de Apple, se transmiten de forma automática las configuraciones necesarias como la clave del WiFi o el Apple-ID. Por motivos legales hay que colocar al menos una vez la clave de Apple, pero existe la opción de grabarla en el dispositivo para no tener que volver a introducirla.
El pequeño control remoto ha sido completamente renovado. En la parte superior hay una superficie táctil de unos tres por tres centímetros para navegar por Internet y un botón activa el micrófono para pedir ayuda a la asistente por voz Siri, que puede buscar películas o series de televisión no solamente en la tienda iTunes de Apple sino también en otras plataformas, por ejemplo en Netflix.
Si se da la orden «muéstrame todas las películas de James Bond«, aparecen efectivamente todos los filmes sobre el agente 007 que se pueden alquilar o comprar en iTunes o ver como abonado a Netflix. Si en vez de ello se pide «sólo en las que actúa Sean Connery«, el resultado sorprende por la exactitud, gracias a que Siri tiene acceso a los metadatos como actores, género, director, año de estreno o valoraciones de la crítica.
A veces puede haber problemas con el idioma cuando no se habla en inglés, por lo que en esto, funciona mejor Amazon Fire TV. En cambio, si se navega dentro de una película, Apple lo hace mejor. Por ejemplo, es genial la función que rebobina unos segundos diciendo: «¿Qué es lo que dijo el personaje?»
Otras mediatecas disponibles son YouTube o Periscope, y se pueden ver en inglés servicios de noticias como Bloomberg.tv o la emisora estadounidense ABCnews. Apple anunció que no se opone siquiera a mostrar la oferta de su competidor Amazon, aunque está por verse si será así en un futuro.
Además de apps de vídeo, lo que se encuentra en iTunes en la actualidad son sobre todo juegos -versiones para tvOS de juegos para el iPad o el iPhone y exclusivos como «Galaxy on Fire«.
El control remoto de Apple TV funciona de manera similar al mando de la consola Wii de Nintendo. Los sensores de posición y aceleración registran cuándo, por ejemplo, uno está golpeando la pelota en juegos deportivos o mueve un volante virtual.
Los contenidos se muestran en calidad Full-HD (1.920 x 1.080 píxeles) y no se llega aún al Ultra-HD (4K) como en el Amazon Fire TV. De todos modos, ante la escasez de películas y vídeos con esa calidad no es un gran problema, algo que podría cambiar en uno o dos años.
En general, la cuarta generación de la Apple TV es un gran salto adelante. Se nota que la empresa ya no se la toma como un mero «hobby«, tal como la describió en cierta ocasión Steve Jobs.
Pero para que sea una revolución de los hábitos televisivos, hace falta una integración amplia de las emisiones en vivo y tampoco están incluidas todas las grandes plataformas, como por ejemplo Amazon. El nuevo Apple TV cuesta 179 euros (190 dólares) con una memoria de 32, o bien 229 euros (245 dólares) con 64 GB.
Dpa/Vinilo Negro