LOS ÁNGELES (dpa) – No cabe duda de que lo latino está de moda en Hollywood, tanto por la proliferación de contenido en español en esta nueva temporada de televisión, como en el cine con películas como «Sicario«, que ya pasó por el festival de Cannes y ahora llega con la intención de dejar huella en taquilla.
Se trata de una apuesta de los estudios Lionsgate por contar desde otra óptica, la guerra del narcotráfico a ambos lados de la frontera, un fenómeno que, por desgracia, aún sigue vigente en ciudades como Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez. En esta última se desarrolla este thriller de acción, dirigido por el aclamado director canadiense Denis Villenueve, con un reparto de lujo que la hace aún más llamativa.
En el centro de la acción está Emily Blunt, ganadora de un Globo de Oro por su trabajo en «Gideon’s Daughter«, acompañada del puertorriqueño ganador de un Oscar, Benicio del Toro («Traffic«) y Josh Brolin («Milk«). Juntos le dan forma a una trama en la que una agente del FBI se ve envuelta en un terreno que no es el suyo, reclutada por luchar contra la guerra del narco en la frontera.
Tras pasar por Cannes, la crítica alabó el trabajo de Blunt comparándolo con el de Jodie Foster en «El Silencio de los corderos» o el de Jessica Chastain en «Zero Dark Thirty«, papeles duros pero propicios para que la actriz en cuestión brille. Y Blunt parece haberlo conseguido en el rol de Kate Mercer, envuelta en un mundo de extrema violencia y escenarios sórdidos.
Para la actriz británica, el atractivo principal del proyecto era trabajar con alguien como Villenueve. «Es un hombre al que decirle que no es difícil«, explica. «Quería explorar a una agente idealista que se enfrenta con la brutalidad del mundo y a la que no está acostumbrada. Lo malo es que no puede hacer su trabajo por la situación en la que está«.
En cuanto a trabajar junto a Del Toro y Brolin, asegura que son «fabulosos» y que «los dos podrían tener química hasta con una puerta«. Admite asimismo que el director «creó un ambiente de trabajo muy abierto» en el que podían cuestionar el guión «para hacerlo mejor«. «Y eso es muy agradable«.
Sobre la situación entre México y Estados Unidos, asegura que es algo que «tiene muchas similitudes con la guerra contra el terrorismo a nivel mundial. Podría estar ubicado en cualquier parte del mundo, en realidad«. Aunque no sabe muy bien quién tiene la culpa, si los capos que se dedican a traficar con droga o el 20 por ciento de la población mundial que esnifa cocaína, como señala su personaje en la película.
La clave del filme, sin embargo, parece recaer en los hombros del puertorriqueño Del Toro, acostumbrado a navegar en estas lides. Sobre su personaje, asegura que «no es tan complejo como parece, sino un tipo directo. La historia y lo que Denis (Villenueve) hizo para hacerla compleja nos conmocionó emocionalmente por lo que hace mi personaje«.
El actor, de 48 años, asegura que lo que está pasando en estos momentos parece estar llegando a una vía muerta. «Si luchas contra la violencia con más violencia, es normal que acabes perdiendo«, razona. «Creo que tiene que haber una nueva táctica, lo que, de alguna forma está ocurriendo últimamente. Hay que encontrar una vía para legalizar las drogas, como lo que está pasando en algunos estados de Estados Unidos con la marihuana«.
La música de Sicario corre a cargo del islandés de 45 años Johann Johannsson, ganador de un Globo de Oro y nominado al Oscar.
Liliana Martínez-Scarpellini (dpa)